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Benllera - Santiago. Un paseo con vistas

 

El buen tiempo sigue instalado en este verano de octubre. Las temperaturas son muy agradables y los soleados días invitan a los paseos por los alrededores del pueblo.

En esta época son varios los benlleranos que transitan por el camino vecinal hasta los bancos de la Camparrionda o la Collada. Algunos llegan hasta Cantarranas o las Arregueras y, los más decididos, se acercan hasta Santiago de las Villas, pasando por Carrocera.

En esta ocasión hemos recorrido los cinco kilómetros que separan Benllera de Santiago de las Villas, disfrutando de un paisaje inusual: otoñal y a la vez veraniego.

Partimos a media mañana de Benllera, saliendo por la calle Real y enfilando el camino vecinal. En la margen izquierda de la carretera nos acompañará la cuesta hasta Cantarranas y por la derecha vamos observando las Huertas de la Capilla, La Vega, El Porral, la Pozada y la Camparrionda, donde pacen tranquilamente caballos y vacas. Y más adelante la Collada, donde las sebes aún albergan moras, gavanzas y otros frutos de otoño. En ese momento un avión surca el cielo por encima de nuestras cabezas, dejando una doble estela blanca tras de sí.

En Cantarranas observamos una pareja buscando setas en la cuesta y, al otro lado de la carretera, el monumento a la Memoria.

Cruzamos la carretera y bajamos por las Arregueras, donde contemplamos la flora autóctona y nos cruzamos con algún que otro paseante.

Llegamos al cruce de la carretera de la Robla y nos encaminamos hacia Carrocera a lo largo del paseo de las Eras, por donde proliferan las lagartijas, que casi se aletargan bajo un sol de justicia.

Por las calles de Carrocera son varios los vecinos que nos encontramos, con sus quehaceres diarios. A lo lejos se divisa Santiago. Después de unos minutos llegamos a nuestro destino, donde nos recibe el intenso rumor del río Torre.

Una vez allí, recorremos sus calles, el Trabanco y los Pedregales, divisando bellotas, más moras, gavanzas y flores silvestres. Nos acercamos a las Eras de Valdeligüeña y la Granja, donde se mezclan piñas y setas en una armonía de formas y colores. Por último echamos un trago en la fuente de la Senara, con la Peña del Castillo al fondo, emblema singular de Santiago.

El sol sigue brillando en lo alto. Es hora de regresar a Benllera y desandar el camino. Nos esperan otros cinco kilómetros repletos de luz, agua, policromía y sonidos de la Naturaleza…

A continuación se muestran algunas fotos del paseo relatado y un corto vídeo.

  


De Benllera a Cantarranas

Las Arregueras

Carrocera

Santiago de las Villas
   
       
Benllera - Santiago